¿Cómo aprende el cerebro de tu hijo? La Neuroeducación al rescate de las familias
Descubre cómo funciona el cerebro de tu hijo con la neuroeducación. Guía práctica para padres: mejora su aprendizaje, concentración y gestiona emociones. ¡Potencia su bienestar en casa!
6/9/20254 min read


Como futura pedagoga, he visto cómo la educación va evolucionando. Una de las novedades más interesantes que ha llegado a nuestras aulas y hogares es la neuroeducación. Quizás suena a palabra complicada, pero en realidad es algo muy sencillo: es la ciencia que nos explica cómo funciona el cerebro de tu hijo cuando aprende, y cómo podemos ayudarle a aprender mejor.
Hoy quiero contarte de qué se trata, para que puedas entender a tu hijo desde una nueva perspectiva y apoyarle en su camino educativo.
¿Qué es esto de la Neuroeducación y por qué te interesa como padre o madre?
Imagina que el cerebro de tu hijo es como un "superordenador" en constante construcción. La neuroeducación es el manual de instrucciones para entender cómo se enciende, cómo guarda información y cómo reacciona.
No se trata de que tu hijo sea un "cerebrito", sino de entender que cada cerebro es único y aprende a su manera. Conociendo cómo funciona el suyo, podremos:
Ayudarle a concentrarse mejor.
Facilitar que lo que aprende no se le olvide.
Gestionar sus emociones para que no le bloqueen en el estudio.
Detectar a tiempo si tiene alguna dificultad y saber cómo apoyarle.
Para mí, como para muchos expertos, entender cómo funciona el cerebro al aprender (como nos explica Francisco Mora en su libro Neuroeducación: Solo se puede aprender aquello que se ama) es clave. Nos dice algo muy importante: el corazón y la mente van de la mano. Si tu hijo siente ganas, ilusión y se siente bien, aprenderá muchísimo mejor.
Consejos prácticos para aplicar la Neuroeducación en casa
No necesitas ser un científico para aplicar esto. Aquí tienes algunas ideas sencillas inspiradas en cómo funciona el cerebro:
"El cerebro es un músculo que se entrena": La Plasticidad Cerebral. Tu hijo no nace con un cerebro "terminado". Cada vez que aprende algo nuevo, su cerebro crea nuevas conexiones. Esto significa que siempre se puede aprender y mejorar, a cualquier edad. Anímale a probar cosas nuevas, a equivocarse y a volver a intentarlo. Cada esfuerzo es una "conexión" nueva en su cerebro.
"Aprender con emoción es aprender mejor": Las Emociones y el Cerebro. ¿Has notado que lo que se aprende con alegría o asombro nunca se olvida? Las emociones son como la puerta de entrada al aprendizaje. Si tu hijo se siente seguro, tranquilo y contento, su cerebro estará mucho más receptivo.
Crea un ambiente positivo: Evita la presión excesiva, los gritos o las comparaciones. Que el estudio no sea una fuente de estrés.
Celebra los pequeños logros: Refuerza su esfuerzo y sus avances, por pequeños que sean.
Conecta el aprendizaje con sus intereses: Si le gusta el fútbol, ¿podéis calcular estadísticas? Si le encantan los animales, ¿investigar sobre ellos?
"Menos es más y con pausas": La Atención y la Memoria. La atención de los niños es limitada. No pueden concentrarse durante horas seguidas.
Estudios cortos y frecuentes: Es mejor estudiar 20-30 minutos y hacer una pequeña pausa que intentar estudiar 2 horas seguidas. El método Pomodoro (25 minutos de estudio, 5 de descanso) es un buen ejemplo para esto.
Pregúntale lo que ha aprendido: En lugar de solo "repasar", pídele que te explique lo que ha estudiado con sus propias palabras. Esto se llama "recuerdo activo" y ayuda muchísimo a fijar la información.
Crea mapas mentales o dibujos: Ayúdale a organizar la información de forma visual. El cerebro recuerda mejor las imágenes y las conexiones.
"Planificar, organizar y controlar impulsos": Las Funciones Ejecutivas. Estas son las habilidades que nos permiten organizar tareas, resolver problemas, controlar lo que hacemos o decimos y tomar decisiones. Son fundamentales para la vida.
Ayúdale a organizar su mochila o su escritorio.
Estableced rutinas diarias.
Juegos de estrategia: Juegos de mesa, puzles, construcciones... son excelentes para desarrollar estas habilidades.
Anímale a tomar decisiones sencillas (qué ropa ponerse, qué libro leer).
¿Y si mi hijo tiene alguna dificultad de aprendizaje?
Aquí la neuroeducación es una gran aliada. Si tu hijo tiene dificultades como el TDAH (dificultad para mantener la atención o controlar los impulsos) o la dislexia (dificultad con la lectura y escritura), entender cómo funciona su cerebro nos ayuda a adaptar la forma de enseñarle y apoyarle.
No se trata de "poner etiquetas", sino de comprender qué áreas del cerebro pueden necesitar un apoyo extra para que tu hijo pueda aprender a su ritmo y de la forma más adecuada para él. Los/as pedagogos/as, pueden ayudarte a identificar estas dificultades y a encontrar las mejores estrategias.
Pequeños cambios, grandes resultados
En resumen, no es necesario hacer grandes revoluciones. Pequeños cambios en casa, basados en cómo el cerebro de tu hijo realmente funciona, pueden marcar una gran diferencia:
Fomenta la curiosidad.
Asegura un buen descanso y una alimentación sana.
Anímale a moverse y jugar.
Crea un ambiente de calma y apoyo.
Permítele equivocarse y aprender de sus errores.
Entender el cerebro de tu hijo no solo mejorará su rendimiento académico, sino que fortalecerá su bienestar emocional y su confianza en sí mismo. Es el mejor regalo que podemos hacerles como padres.
info@claveducativa.com
© 2025. Clave Educativa